domingo, 1 de diciembre de 2013

OTRO OBITUARIO DE LOVECRAFT




En mi última entrada hablaba de una breve noticia en The New York Times que hablaba de la muerte de Lovecraft, ocurrida el 15 de marzo de 1937.Pues bien, he encontrado otro obituario algo más extenso, bajo el titular H.P. Lovecraft, author, is dead (en castellano, H.P. Lovecraft, autor, ha muerto).Apareció el 16 de marzo de 1937 en un diario de Providence, y aunque he consultado varios libros y páginas web, no he podido encontrar cuál periódico es. Creo, no obstante, que podría tratarse de The Providence Evening News o tal vez de The Providence Journal, el más antiguo y conocido del Estado, que comenzó a editarse en 1829.Aquí os dejo una traducción libre al castellano del artículo que podéis leer en inglés aquí.

H.P. LOVECRAFT, AUTOR, HA MUERTO.
Estudiante y escritor de ficción sobre temas sobrenaturales de 46 años de edad.Escribió sobre astronomía.Natural de esta ciudad mantuvo un registro diario de su incapacidad hasta que fue llevado al hospital. 
Los servicios fúnebres por Howard Phillip Lovecraft, estudiante y escritor de ficción, que murió ayer en el Jane Brown Memorial Hospital, se llevarán a cabo el jueves a las 12:00 en la capilla de los Hijos de Horace B. Knowles, 187 de Benefit Street. El entierro será en el terreno de la familia en el cementerio de Swan Point. Tenía 46 años. Nacido en esta ciudad 20 de agosto de 1890, el único hijo de los fallecidos Winfield S. y Sarah P. Lovecraft, el Sr. Lovecraft en sus primeros años se vio obstaculizado por la mala salud. Esencialmente era un estudiante y un lector omnívoro, y  sólo de vez en cuando pudo asistir a las clases regulares de la escuela con niños de su misma edad, pero se graduó en la escuela secundaria de Hope Street y consiguió el equivalente de una educación universitaria con profesores particulares.
Su acceso temprano a la biblioteca de su abuelo, Whipple V. Phillips, en el 454 de Angell Street, en la que se sumergió para navegar a voluntad le dio el impulso hacia la escritura extraña que era su hobby. En su autobiografía, que escribió hasta el día antes de ser ingresado en el hospital el mes pasado, relató la importancia en su vida de los cuentos de hadas y cuentos clásicos que leía desde los seis años de edad.
Además de su interés por lo sobrenatural, él fue un estudiante constante de la genealogía y de la astronomía, y al mismo tiempo, escribió una columna periodística sobre este último tema. Sus días y noches durante años los pasó escribiendo en la biblioteca del número 86 de College Street, donde vivía, en los últimos años, con su tía, la señora Phillips Camwell, su única sobreviviente. Cuando se acercaba el final de su vida, él dio vuelta a sus intereses académicos con un estudio de su propia condición física y escribió un diario minucioso de su caso para la ayuda de su médico. Sus notas clínicas terminaron sólo cuando ya no podía sostener un lápiz.

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