domingo, 24 de mayo de 2015

CITAS LOVECRAFTIANAS (XXV)




El hombre descansaba sobre la erosionada cima de un risco,oteando más allá del valle. Desde allí podía ver una gran distancia, pero en toda la marchita extensión no había ningún movimiento visible. Nada se agitaba en la polvorienta llanura ni en la desmenuzada arena de los lechos de ríos desecados mucho tiempo atrás, por donde una vez fluyeron las caudalosas corrientes de la juventud de la Tierra. Había poco verdor en aquel mundo terminal, aquel capítulo final de la prolongada presencia de la Humanidad sobre el planeta.
Hasta en los mares (1935).

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